Robert Treviño y Euskadiko Orkestra encumbran su Temporada de Conciertos con el programa ‘Superación’
El ‘Concierto para piano nº2’ de Chopin en las manos de Yulianna Avdeeva y la ‘Sinfonía nº15’ de Shostakovich cierran una Temporada que ha transitado ‘De la tragedia a la superación’.
Los conciertos tendrán lugar del 2 al 9 de junio en San Sebastián, Pamplona, Bilbao y Vitoria, y hay entradas a la venta a partir de 10 euros.
Tras haber caminado por los recovecos más oscuros del ser humano a través de grandes ejemplos de la música, Euskadiko Orkestra llega al final de su Temporada con un programa de conciertos que pone punto final a todo un recorrido musical que empezó con la ‘tragedia’ de Shostakovich y termina en lo más alto con su propia ‘superación’. Los conciertos tendrán lugar los viernes, 2 y 9 de junio, en el Auditorio Kursaal de San Sebastián; el lunes, 5 de junio, en el Auditorio Baluarte de Pamplona; el martes, 6 de junio, en el Palacio Euskalduna de Bilbao; y el jueves, 8 de junio, en el Teatro Principal de Vitoria. Todos los conciertos tendrán lugar a las 19:30.
Robert Treviño, encargado de cerrar la Temporada, ha vuelto a invocar la presencia de una de las pianistas más destacadas de la actualidad. Tras su debut con Euskadiko Orkestra la pasada temporada con La edad de la ansiedad de Leonard Bernstein, Yulianna Avdeeva, una de las grandes intérpretes del repertorio pianístico ruso, regresa a Euskadi para mostrarnos otra de sus grandes especialidades: la música de Chopin. La pianista fue ganadora del prestigioso Concurso Internacional de Piano de este autor en 2010. Chopin compuso el Concierto para piano nº2 para tocarlo él mismo en sus giras y bebe profusamente del bel canto italiano. Es una creación enérgica y juvenil que explota las mejores cualidades de pianistas de raza como Yulianna Avdeeva. La pianista se encuentra en pleno lanzamiento de su último álbum Resilience dedicado a “compositores fuertes en tiempos de gran inestabilidad: Shostakovich, Prokofiev, Szpilman y Weinberg”.
Euskadiko Orkestra terminará la Temporada de conciertos como la comenzó, con música de Shostakovich. Si la Octava Sinfonía era trágica y terrible, la Sinfonía nº15 está impregnada de un halo de libertad y optimismo. Fue su última sinfonía, escrita ya en ausencia de Stalin, y Shostakovich plantea en ella una suerte de testamento, una retrospectiva de su vida e influencias, incluyendo fragmentos de Wagner y Rossini y de su propia música anterior.